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Deja de hablar y demuéstralo

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 veces tengo la impresión de convivir con personas que viven mentalmente en los años 50. El mundo ha cambiado y ellos aún no se han dado cuenta.
Se llaman progresistas pero no han progresado desde la época de nuestros abuelos. Continúan con reivindicaciones que ya asumimos cuando éramos niños como reales.

Nosotras ya crecimos pensando que hombres y mujeres tenían los mismos deberes y obligaciones, ya sabíamos que las mujeres debíamos estudiar y no depender de un futuro marido, ya sabíamos que podíamos ser de ciencias y estudiar ingeniería o telecomunicaciones.

Ya asumimos que no nos quedaríamos en casa para cuidar de nuestros hijos y había que descubrir la manera de trabajar y ascender en la vida profesional sin dejar de ser madres.

Creímos e hicimos posible ser femeninas sin dejar de ser luchadoras como el que más. Aprendimos a decir piropos a los hombres igual que ellos a nosotros, a no ruborizarnos ni indignarnos con chistes machistas e inventamos los chistes feministas para compensar.

Qué agotamiento de escuchar desde que nací que somos mujeres y tal con estos derechos y tal. Ya lo sabemos desde que nacimos, la sociedad lo sabe y aquel que no lo sepa que se lo replantee, que mire qué le enseñaron sus padres. Porque a la mayoría ya hace más de 40 años nos educaron así y solo tienen que mirar a su alrededor a la cantidad de mujeres de nuestra generación que está donde ha querido estar al igual que si hubiera nacido niño.

Qué agotamiento de ver a jovencitas decir lo mismo que sus abuelas. Chicas, crezcan y miren más allá del teclado del ordenador. El mundo en el siglo XXI está lleno de mujeres que entonces SÍ fueron valientes y que no necesitaron predicar, solo necesitaron hacer y demostrar.

Nota para las nuevas feministas: he criado y crío a dos niños sola durante más de 15 años sin ayuda, y nunca he dejado de trabajar como comprenderéis.

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