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Quítale el miedo que siente

Posted on 5 3 Minutos 422 Lecturas

Sientes miedo, tienes pánico, a perder tu independencia, a perder la felicidad que has construido por ti misma, a entregar las ilusiones en manos de quien puede manejarlas a su antojo.

Sientes miedo de ser manipulada de nuevo, a que te quieran igual que a un juguete para satisfacer deseos y vanidades, sientes tanto miedo a perder tu libertad y el control sobre tus sentimientos, y puede que te estés negando a vivir la felicidad plena.

Sientes miedo de permitir que te destruyan de nuevo, acaben contigo, te trituren y machaquen, sientes que pierdes el control de tu vida, y ello te aterra.

Sientes miedo de entregar tu corazón, de sentir los deseos que ahora te invaden y sentir que le necesitas, miedo de necesitar su abrazo, sus risas y sus miradas. Sientes miedo por que ya necesitas sus manos sobre tí, por que ya te ha dejado un hueco. Sientes miedo porque el amor te hace sentir vulnerable, porque no quieres depender de nadie y de los instantes que todavía no habéis vivido.

Sientes miedo de subir, porque sabes que puedes caer y no sabes si estará ahí para ayudarte a levantar. Sientes miedo porque estabas en medio, porque no sentías, porque podías pasar los días sin él, y ahora ya no puedes, ya no te conformas.

Sientes miedo de que te hiera, de equivocarte, de ver sentimientos donde no los hay, de que se equivoque y no seas quien él piensas que eres, sientes miedo de quererle y que un día te deje de querer, sientes miedo de entregarte y que te desprecie.

Sientes miedo porque necesitas sus besos, sus caricias, su respiración cerca de la tuya, sus palabras, su silencio cuando os abrazáis, su mirada clavada en la tuya, su risa y la tuya cómplices, sientes miedo de quererle y olvidarte de tí.

Sientes miedo de no saber dosificar lo que sientes, de hacer locuras, de este impulso que mantienes controlado para no ir corriendo a buscarle, sientes miedo de no saber vivir más la vida sin él.

Ya perdiste el control sobre lo que ocupa tu mente y está en todas partes, cuando te vistes y desvistes, cuando te acuestas y cuando te despiertas, cada vez que miras el teléfono, cada vez que sales a la calle y ves aquella esquina y la cafetería, cada vez que tomas tu café….

Y cada vez está en más lugares, en más recuerdos, formando parte de una vida que era prácticamente solamente tuya.

Dile, cuenta y explica qué debe hacer, donde colocar las pulsaciones de su corazón cuando de repente se aceleran sin pedir permiso y no obedecen, qué hacer cuando cierra los ojos y siente que estás a su lado, cuando se acuesta y toca su brazo e imagina que son los tuyos, y aspira el aire y te siente aquí, junto a ella…

Nunca sabrás como ha sucedido, ni crees que importe, como ha llegado hasta aquí, de qué manera un sentimiento que ni sabías que existía, de repente apareció.

Solamente te pido, por favor, no le hieras, no le hagas daño, ni quieras poseer como se posee un objeto, que le comprendas, que le ames, que le quieras y hagas reír, acaríciale, cuídale. Por favor quítale este miedo que siente.
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5 Comments
  • Javier G.
    julio 29, 2014

    Lola! Qué profundo, intenso. Hay que volverlo a leer, meditarlo… Aunque en una primera lectura me hace pensar en pánico más que miedo. Hay un libro que me encantó, te lo recomiendo, es breve y genial. Escrito por Bev Aisbett, una australiana muy maja. Un abrazo

  • Javier G.
    julio 29, 2014

    Lola, qué borrico soy, no he puesto el nombre del libro; «Convivir con el pánico. Y mejorar la autoestima».

    • lolacebolla
      julio 29, 2014

      Gracias por tu comentario Javier, queda aquí la sugerencia y recomendación de la lectura para quien pueda necesitarla ;-))

  • altunafer
    julio 30, 2014

    «Solamente te pido, por favor, no le hieras, no le hagas daño, ni quieras poseer como se posee un objeto, que le comprendas, que le ames, que le quieras y hagas reír, acaríciale, cuídale. Por favor quítale este miedo que siente…»

    Fer