Creía que vivíamos en una época de locos. De repente nadie parece estar a gusto con los avances que la sociedad ha tenido desde los años 50 o 60, referencia que tengo por lo que mis padres y abuelos contaban.
Aquella época en la realmente una mujer no podía tener una cuenta corriente, no podía divorciarse o podía ir presa por adulterio (que no su marido por muchas amantes que tuviera). Tengo que confesar que nunca me he sentido oprimida por ser mujer, al menos en sociedad. Ni aquí, ni en otros países que he vivido. Si algún energúmeno o energúmena me ha despreciado a mí o mi labor profesional por el hecho de ser mujer, simplemente o lo he ignorado o me ha ayudado a redirigirme hacia el lado opuesto, lo más lejos posible de tremendo imbecil.
Tengo los mismos derechos que mi hermano, he tenido las mismas oportunidades o quizás más. Como mujer tengo el privilegio de ser más independiente que él, aprendí a hacer todo lo que necesito para no necesitar a nadie y mucho menos un hombre. Con el añadido de tener el privilegio de tener dos hijos. Una de las mayores satisfacciones de mi vida ha sido ser madre.
Y sí, lo considero un privilegio, especialmente porque no necesité que ningún hombre me diera seguridad económica para tenerlos, criarlos ni educarlos. Compatibilidad laboral y familiar ha sido cuestión de imaginación y mucha. Escoger el tipo de vida que permitiría realizarme como madre y profesional ha sido una experiencia poco convencional pero altamente satisfactorio. No me ha alcanzado para el apartamento en la playa, pero he estado junto a ellos prácticamente todo el tiempo que he deseado.
Pero voy al asunto. Estos días están emitiendo en la TV una serie de documentales de los años 70, era demasiado pequeña en la época y nada consciente de lo que sucedía alrededor. A través de estos documentales estoy sintiendo en carne propia todos aquellos a cambios que mis padres vivieron, sufrieron y padecieron,
Época culturalmente fructífera, la música que escuchamos hoy es prácticamente toda derivada de aquel germen que cambió el mundo tras la «Revolución del 68», año en el que nací.
Ayer fue el día del terrorismo y la violencia en los 70. Me impresionó de sobremanera ver que en los periódicos las noticias sobre atentados y asesinatos se repetían continuamente en todo el mundo. Los atentados, las bombas y asesinatos provocados por organizaciones terroristas ocupaban las primeras páginas y portadas de los principales periódicos, años más tarde pasaban las páginas interiores por lo cotidiano del tema.
Pensad por un momento, atentados cotidianos. Mis padres, nuestros padres nos educaron y cuidaron en un mundo realmente extraño. Qué tenían en común la sociedad de los años 40 con la de los años 70? Prácticamente nada.
Y mis preguntas ahora que soy madre y educadora que debe responder a las preguntas de mis hijos son:
Se consiguió algo con toda aquella violencia? Y sus hijos quienes son?
Donde están ahora aquellos jóvenes disfrazados de pelo crispado y ropas estrafalarias?Y sus hijos, quienes son?
Donde están aquellos jóvenes padres que trabajaban día a día y educaban en medio de aquel caos? Y sus hijos quienes son?
Es por esa razón que creo que de mi generación existen varios tipos de personas. Tengo la fortuna, que así lo considero, de pertenecer al tercer grupo. Educada en la igualdad, en la paz que mis abuelos no tuvieron, agradeciendo haber nacido en época de libertad y especialmente agradeciendo haber nacido mujer y educada para ser independiente.
Y de la misma forma, tal y como mis padres lo hicieron conmigo, lo haré para mis hijos, los dos hombres y ellos lo harán con mis nietos. El respeto, la educación y la tolerancia se enseña en casa.
He conocido malas personas de ambos sexos, maltratadores, violentos, irrespetuosos, canallas….

Yo
noviembre 15, 2015Efectivamente dónde están?, parece a veces que interpretamos un papel, vaya tiempos amiga, me encanta leerte. No creo en la suerte, creo en el esfuerzo y la insistencia, los logros son la suma de los intentos.