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Cansada de ser “la buena”

Posted on 2 2 Minutos 1.2K Lecturas

Hoy voy a compartir una reflexión que llevaba guardada bastante tiempo. Creo que no la había publicado porque parezco enfadada, poco positiva tal vez. Cansada de ser “la buena” es el título y por más vueltas que le doy no encuentro otro mejor.

Sin embargo, tras tenerlo en la «nevera» unos meses, considero que hay cosas que hay que decirlas y listos.

A veces recuerdas lo que has perdido y el porqué sucedió aquello. Se trata no tanto del hecho de recordar el cómo  y sí de analizar los motivos o causas para poner en marcha el clásico mecanismo “aprender de los errores”.

Es muy frecuente el hecho que equivale a: “hacer lo mejor para otros” igual a “perjudicarte o perder algo que tanto costó conseguir”.

Una se consuela media vida, como una tonta, pensando que das para recibir, que el desapego nos hace mejores, etc. Y a medida que pasan los años y ves cercana esa edad en la que hay que sobrevivir con lo que tienes todo cambia de perspectiva.

No te hace falta nada mientras tengas una estructura familiar como padres, madres, tíos o lo que sea que te pueden sacar las castañas del fuego. Es decir, que son unos mantras que vienen muy bien para ejercitar a los jóvenes para que sean menos egoístas, me parece genial.

Ahora bien, la cosa cambia cuando no tienes una estructura de apoyo para el “por si acaso”.

No sirve perder para ganar después, ¿después cuando? No es cierto que si das recibes, depende de a quién das básicamente ya que no todos lo merecen si soy sincera…

¡Qué historia del karma o cómo le quieran llamar…!

Lo que das lo pierdes y punto y debes estar dispuesto a perderlo sin más. Y si además aprenden en tu entorno que eres de las que das, se te llenará la agenda de chupopteros que a la mínima de cambio estarán ahí en la cola para pedir algo.

En vez de amigos tendrás una colección de solicitantes de favores que ni meditan las consecuencias que te afectarán si se lo das. Y cuando se lo niegues, se enfadarán, tardarán dos segundos en ponerte verde por mala persona o desaparecerán por arte de magia.

Lo más práctico y la lección de todo esto, si quieres dar, si quieres hacer favores, hazlos mientras no estés dispuesto a recibir nada a cambio y tu situación no se altere en tu contra tras el hecho.

Eso sí, si recibes de alguien, da las gracias al menos.

Perjudicarte por ayudar a otros es darle la razón a Carlos M. Cipolla en «Las leyes fundamentales de la estupidez humana«.

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2 Comments
  • FRANCISCO JAVIER FRIAS IZQUIERDO
    febrero 29, 2020

    Saludos Lola… así vivo, vestido con el mantra de vivir dando sin esperar recibir.
    Hace ya muchos años decidí cambiar cromos con mi personal vida y descubrí la felicidad.
    Cada dia me levanto sin esperar nada…así todo lo que me llega adquiere el valor de inesperado tesoro cuando es positivo y de controlable sinsabor cuando no me gusta.
    Un beso y animo!
    Javier

    • Lola Cebolla
      febrero 29, 2020

      Pues si, así hay que enfrentarse. Sin esperar nada y con mucho ojo a quién das.