
No es tan complicado que las personas realicemos tareas tan simples como levantarnos cada mañana, trabajemos, comamos y durmamos en algún lugar escogido lo suficiente agradable como para llamar hogar. La seguridad de saber que si nos pretenden herir o robar el responsable sea condenado, la seguridad de saber que si enfermamos se pondrán todos los medios existentes para recuperar la salud o sobrevivir. La seguridad de poder educar a nuestros hijos para que se conviertan en adultos capaces de sobrevivir y crear sus propias familias. Ocúpense de garantizar nuestras libertades, no somos niños. Y como «bonus» poder gozar del mejor invento (y no menos necesario) del siglo XX, el ocio y el descanso.
Señores políticos, ocúpense de lo que tienen que ocuparse, dejen trabajar a la gente y mantengan los servicios por los que pagamos impuestos que nos hacen sentir seguros. Si son incapaces, devuélvanos el derecho a administrar el fruto de nuestro esfuerzo, ya nos encargamos nosotros. El resto de florituras sobran, dejen que seamos libres, no es tan difícil.
Mucha teoría, mucha referencia a lo que es justo o deja de serlo. Lo justo es que nos dominen lo menos posible y se ocupen de que existan garantías básicas, que entre tanto discurso y manipulación se les olvida cuales son. Señores políticos, déjennos en paz.

Javier Gilabert
septiembre 13, 2015Brillante!
Tienes toda la razón, nos tratan como a niñas y niños de párvulos…
lolacebolla
septiembre 13, 2015Me alegro que te haya gustado Javier! Escuetamente me he desahogado 😉
Pepe
septiembre 14, 2015En síntesis sería tan fácil… Pero están empeñados en complicarnos la vida. Muy bueno Lola.